La narcofiesta de fin de año en la cual resultaron asesinadas nueve personas sigue arrojando datos sorprendentes. Hoy se sabe que la masacre fue ocasionada por una disputa entre miembros de la temida ‘oficina de Envigado’.
Una de las víctimas es Jorge Mario Pérez Marín, alias ‘El Morro’, de 41 años, quien durante años estuvo involucrado a la banda ‘La Terraza’ que prestó servicios sicariales a jefes paramilitares y al narcotráfico.
Trabajó para la Oficina de Envigado y el extraditado jefe de las AUC Diego Fernando Murillo, ‘Don Berna’. En un comienzo se dijo que ‘El Morro’ tenía en su poder seis cédulas originales con las que escondía su verdadera identidad. Sin embargo, fuentes de la Fiscalía aseguran que están investigando a fondo el asunto.
Otra de las víctimas es Carolina Arango Geraldino de 22 años, quien según los registros era una modelo de catalogo de ropa interior. Los primeros datos indican que ella fungía como la acompañante de ‘El Morro’ durante la fiesta que se llevó a cabo en la finca La Piscina de Enviado donde ocurrió la masacre.
De ella se han ido conociendo detalles. En su perfil de Facebook aparece en fotos con producción profesional posando en ropa interior. En otras fotografías está con familiares, con su supuesto hijo y en eventos sociales. En algunas imágenes varios de sus amigos se han expresado con mensajes de pesar por su muerte.
El diario El Tiempo asegura que esta modelo fue compañera sentimental de un hijo de unos de los zares del chance en Antioquia. Se trata de Argemiro Salazar, quien en 2009 fue asesinado por sicarios.
Entre los muertos aparecieron otras tres mujeres, una de ellas Daniela Wilches Arango, de 24 años quien según medios de Antioquia, estudiaba en noveno semestre Comunicación Social en la Universidad Eafit. Era oriunda de Bogotá y vivía en la urbanización del barrio La Aguacatala de Medellín.
Las otras mujeres que resultaron asesinadas son Gloria Natalia López Posada y Diana Marcela Montoya. Semana.com conoció que las cuatro mujeres fueron encontradas muertas en una de las habitaciones de la finca recostadas en una misma cama.
La Fiscalía y la Policía continúan investigando sobre esta masacre cuyos detalles se han ido conociendo detalles con el paso de los días. Se sabe, por ejemplo, que en el lugar había una caja fuerte y en la zona exterior de la misma se hallaron cuatro chalecos con las insignias de la Policía Nacional. Los investigadores encontraron que los nueve muertos fueron ultimados con pistolas 9 m.m.
tomado revista semana
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