lunes, 6 de octubre de 2008

EL SOCIO





'El Socio' de Ibagué

La Policía, el DAS y la DEA están tras las huellas de un personaje que con un derroche digno de otros tiempos ha seducido a media sociedad tolimense.
Fecha: 07/08/2002 -1053
Ibagué quiza no habIa tenido una fiesta igual. Fue el 29 de septiembre del año pasado en los jardines de la hacienda Palma del Río, en las afueras de la ciudad. El lugar estaba repleto y no faltaron figuras prominentes de la sociedad tolimense, entre ellos algunos industriales. Había tres orquestas, ni más ni menos que el Grupo Niche y Matecaña de Cali y Los Betos de Barranquilla. Hubo corrida de toros. Los mejores mariachis amenizaron el banquete y el whisky sello azul fluyó a chorros. El anfitrión, que celebraba su cumpleaños, tiene una debilidad especial por la cultura mexicana y patrocina un grupo de mariachis que envía con frecuencia a Guadalajara para que actualicen su repertorio y sus trajes. La rumba tenía sorpresas: se rifaron entre los asistentes cuatro motos de alto cilindraje (de unos ocho millones de pesos cada una) y varios premios de consolación en dinero en efectivo que iban de los 500.000 al millón de pesos. El agasajo no terminó ahí. Dos días después de la fiesta, el primero de noviembre, fueron contratados tres vuelos charter para llevar a varios de los invitados de regreso a sus casas. Así, el HK-2907 partió a las 9:30 de la mañana desde Ibagué con destino final Barranquilla con los ocho integrantes del grupo Los Betos. A las 10 de la mañana salió el HK-2376, también para La Arenosa. Y a las 10:50 el HK- 853-0 decoló con cinco pasajeros hacia Villavicencio.¿Quién, en medio de la recesión colombiana, se podía dar el lujo de semejante derroche, digno de las parrandas de los capos del narcotráfico en sus épocas doradas? Se trata de un desconocido para la mayoría de los colombianos: Eduardo Restrepo Victoria, un huilense de 43 años de aspecto bonachón. Para la sociedad ibaguereña, sin embargo, Restrepo ?a quien todo el mundo llama por el apodo de 'El Socio'? es bien conocido. A muchos los ha convertido en sus amigos a punta de fiestas y regalos. A otros los ha puesto a levantar las cejas con asombro y a dudar del posible origen de su fortuna. Y algunos están francamente preocupados porque le toque a Ibagué la enfermedad del dinero fácil que minó y corrompió a muchos estamentos en otras ciudades colombianas. "Se nos tomaron el pueblo", dijo un líder cívico de la ciudad, que comentó que no es casualidad que la historia de 'El Socio' no haya sido noticia a pesar de que las autoridades nacionales, y aun internacionales, lo tienen en la mira desde hace rato y ya poseen indicios serios de que puede ser todo lo que parece.

Alto perfil Quizá por la presión policial a Restrepo no se le ha vuelto a ver por Ibagué. Pero hasta hace unos meses se pavoneaba con sus botas texanas y su Rolex de oro en un estadero del barrio de El Salado que tiene la particularidad de contar con una pista especial para exhibición de caballos de paso fino. Es que a 'El Socio' le fascinan los caballos a tal punto que todos sus cinturones llevan hebillas grabadas con figuras equinas. Precisamente lo echaron de menos en la cabalgata de las fiestas de San Pedro y San Juan de la semana pasada pues en junio de 2001, durante el desfile de San Juan, elegante, con perfecto control de su finísimo caballo, la gente se quedó boquiabierta de verlo al frente de una jinetada de 28 caballos pura sangre.Llegaba a los bares aparatosamente. Siempre rodeado de sus hombres de confianza, se tomaba varias mesas y, con frecuencia, invitaba a todos los asistentes. "Tampoco era raro que si le gustaba alguna mujer enviara a uno de sus guardaespaldas para que la llevara a su mesa, sin importar si ella estaba con el novio. Si a él (el novio) no le gustaba se metía en problemas", relató a SEMANA uno de los administradores de una discoteca frecuentada por 'El Socio'.Le gustaban tanto las discotecas que terminó comprando una de las más concurridas de la ciudad. Como todo lo suyo, el inmueble no figura a su nombre sino al de uno de sus amigos cercanos, pero varios testigos relataron a SEMANA cómo Restrepo se empeñó en comprar la discoteca a como diera lugar. Los dueños le dijeron que no estaba a la venta. Entonces les advirtió que construiría una al frente, más grande y lujosa. "Un buen día apareció con 300 millones de pesos y nos dijo que teníamos que vender. En ese momento supimos quién era realmente el comprador y sin querer nos tocó venderle el lugar para no meternos en problemas con él", dijo uno de los antiguos dueños del lugar.Antes de esfumarse 'El Socio' vivió en el barrio de Cádiz, uno de los mejores de Ibagué, y allí tampoco pasó inadvertido. Algunos vecinos recuerdan que un día, por ejemplo, "sin mayor problema, cerró hasta bien entrada la noche toda una cuadra para hacer una fiesta con un grupo de mariachis". Ibagué, una ciudad de 386.000 habitantes, tiene un círculo social pequeño. Por eso allí se sabe todo y la exuberancia de 'El Socio', sus invitaciones colectivas en las discotecas, sus fiestas ruidosas, sus caballos vistosos y su pinta se han convertido en tema obligado en los corredores del Club Campestre, los restaurantes y las reuniones sociales. Otro de los gestos que ha dado mucho de qué hablar son sus ostentosos regalos. El más comentado ha sido el de la camioneta BMW 4x4 último modelo, que permanece estacionada en el garaje de un elegante edificio, que le obsequió a una reconocida señora ibaguereña. Ella se negó a recibirlo. Pero Restrepo se salió con la suya: si no se la aceptaba la tiraría por un barranco. Así que, resignada, ella la guardó en su garaje. Algunos afirman que el propósito de ese regalo, que ronda los 250 millones de pesos, no fue otro que el de ganarse la buena voluntad de una dama de la aristocracia local para poder ser admitido en el Club Campestre. El origen ¿De dónde viene Restrepo y cómo hizo semejante fortuna que tan fácilmente dilapida? Varios ibaguereños lo conocieron por ser sobrino del reputado agrónomo de la región Armando Restrepo. Un amigo cercano de éste sostiene que Eduardo dependía de su tío, quien no era un hombre acaudalado y vivía de su trabajo como administrador o asesor técnico de varias fincas de la región. Armando fue asesinado en 1992 y su sobrino Eduardo se fue de la región por algún tiempo. Nadie precisa bien cuánto. Después llegó a la ciudad con los bolsillos llenos. Nadie en Ibagué dice con certeza a qué actividad se dedica Restrepo: unos dicen que ha tenido buen ojo en finca raíz, otros que lo suyo ha sido la compraventa de carros y que tiene negocios también en Armenia, Pereira y en algunas ciudades de México, sitios a los que viaja con mucha frecuencia. Pero en Colombia una persona que se haga tan rica en tan poco tiempo y sea tan ostentosa en su gasto ?con los riesgos que esto tiene en un país donde el secuestro es epidémico? por supuesto que pone a todo el mundo a sospechar.Su fortuna y su cercanía a algunos funcionarios públicos ha sido tema de discusión en varios consejos de seguridad."Se ha cuestionado la presencia de 'El Socio' en varios actos públicos y oficiales así como la relación que tienen con él, un hombre de dudosa reputación, miembros de la alta sociedad, del gobierno municipal y del departamental y algunas autoridades", dijo a SEMANA un alto funcionario de la gobernación del Tolima que ha estado presente en estas reuniones. Preguntado sobre el tema, el alcalde de Ibagué, Jorge Tulio Rodríguez, sostiene que no lo conoce personalmente. "Lo conozco por chisme. Yo no puedo atestiguar si es comerciante o no. No sé si vive en Ibagué. Si usted me dice es aquel yo le digo sí, ese es, pero no tengo ni idea dónde está ni a qué se dedica. Es del tipo de personas que aparecen y desaparecen". Las autoridades nacionales sí le han venido siguiendo la pista a Restrepo para indagar sobre sus actividades y el origen de su polémica fortuna. Incluso fuentes de la DEA confirmaron a SEMANA que esa agencia antidrogas estadounidense también está adelantando una investigación sobre Restrepo Victoria. Según informes de inteligencia, a los que tuvo acceso SEMANA, Restrepo Victoria es dueño, a través de terceros, tan sólo en Ibagué, de una docena de lujosos apartamentos, oficinas en un elegante centro comercial, cuatro casas en exclusivos sectores residenciales, restaurantes, discotecas, varios costosos vehículos, fincas y la hacienda de la gran fiesta, Palma del Río, que tiene 157 hectáreas en la vereda Buenos Aires, cerca del Alto de Gualanday, a pocos kilómetros de Ibagué. También tiene varias propiedades en Pereira y Armenia. Gran parte de éstas figuran a nombre de dos de sus hermanas.Las labores de inteligencia indicaban que algunas de las propiedades de Restrepo estaban siendo utilizadas "para actividades ilícitas de narcotráfico". Con base en esta información un fiscal regional dio la orden de allanarlas el pasado 23 de mayo a las 9:30 de la mañana. En un impresionante despliegue, oficiales de la Sijin y de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía General llegaron simultáneamente a cuatro casas del exclusivo conjunto residencial Caminos del Vergel, en las afueras de Ibagué. A pesar de que ninguna de las cuatro casas figura a nombre de Restrepo en una de ellas el grupo de la Sijin y la Fiscalía encontró que vivía una de sus hermanas y en otra su familia. Las otras dos viviendas allanadas eran habitadas por amigos de Restrepo. Aunque en todas se encontraron varias armas (incluidas subametralladoras) y abundante munición, la mayoría con permiso para porte, no hubo capturas pues no se encontraron las pruebas de "actividades ilícitas" en esos inmuebles. El 'dossier'Los informes confidenciales de inteligencia a los que tuvo acceso SEMANA (que es necesario aclarar no constituyen una prueba judicial) arrojan luz sobre la polémica fortuna de Restrepo.Según las autoridades policiales 'El Socio' surgió durante el período en el que los capos del norte del Valle comenzaron a desplazar sus actividades hacia el Tolima como retaguardia estratégica para los carteles frente a la persecución de las autoridades.Así, por ejemplo, luego de consolidarse a finales de la década de los años 80 como uno de los principales capos del Valle, Henry Loaiza Ceballos, alias 'El Alacrán', desplazó su centro de operaciones hacia el Tolima. De acuerdo con los reportes de inteligencia, "El Socio' era parte de la organización de 'El Alacrán', y entre otros coordinaba la llegada de pasta de coca desde el Perú y el posterior envío de la cocaína hacia México y Estados Unidos". Dicen los reportes oficiales ?que, dicho sea de paso, según las autoridades, han tomado varios años de trabajo de inteligencia? que en 1996, después de la entrega a la justicia de 'El Alacrán', varios de sus hombres escalaron rápidamente, "como fue el caso de Darío Pérez, alias 'Pateloro'; Diego Montoya, alias 'Don Diego', y Eduardo Restrepo Victoria". Hacia finales de los años 90, asegura uno de los documentos, esa nueva generación entró en una violenta guerra con los antiguos capos por la consolidación definitiva del poder. Según éste, luego de las muertes de William, hermano de Helmer 'Pacho' Herrera, y de Edgar Marroquín, "se reunieron en Venezuela algunos miembros de la organización del 'El Alacrán' con Eduardo Restrepo Victoria con el fin de coordinar los movimientos desde el Tolima. En esa reunión se decidió dejar al frente de todas las operaciones de 'El Alacrán' en ese departamento a Restrepo Victoria". Si bien es cierto que las autoridades en Colombia y Estados Unidos tienen voluminosos expedientes que develarían el misterio de la historia de Restrepo Victoria como la clásica de un jefe del narcotráfico que dilapida su dinero tan fácil y rápidamente como lo consigue, aún no existe un proceso judicial sólido que confirme todas estas acusaciones. Parte de las razones que han impedido judicializar a este personaje radican en que, como explicó a SEMANA un investigador del DAS de alta jerarquía, cuenta con un esquema de seguridad con comunicaciones sofisticadas y teléfonos satelitales para evitar ser interceptado. "También cuenta para su seguridad personal con gente bien conectada y los lazos de amistad que ha tejido con varios funcionarios lo protegen de acciones que puedan perturbar sus intereses", afirma el investigador. Es decir, su generosidad habría pagado.Las autoridades establecieron, por ejemplo, que su jefe de seguridad es un ex oficial del Ejército, conocido con el alias de 'El Pecoso', quien también cumple funciones de testaferro y es propietario de una compraventa de carros en Ibagué, ubicada sobre la avenida del ferrocarril. Junto al 'El Pecoso' trabajan igualmente como parte de la seguridad de Restrepo Victoria dos ex policías. "A pesar de que conocemos todas sus actividades 'El Socio' es una persona muy cautelosa en la realización de sus negocios, lo cual ha hecho difícil comprobar su vinculación en actividades ilícitas ya que tiene una red de testaferros muy bien montada", concluye el investigadorLos informes de inteligencia coinciden con lo que dice, en voz baja eso sí, y en forma anónima, medio Ibagué. 'El Socio' es un personaje que ha traído bonanza y alegría a la ciudad tolimense y su generosidad ha sido bien recibida por más de uno. Pero si, como sostienen los investigadores oficiales y las fuentes que ha consultado SEMANA en la ciudad, su fortuna tiene conexiones con el oscuro mundo del narcotráfico quiere decir que, como ya sucedió en muchos lugares de Colombia, los ibaguereños beneficiados le vendieron el alma al diablo y puede suceder que el diablo, en su mala hora, les empiece a cobrar

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